Siete puentes, siete iglesias y siete hospitales
Si hay un personaje del que se deba destacar el mérito a la hora de llenar de tesoros gran parte de las comarcas que atraviesa el Camino Inglés, ese es Fernán Pérez de Andrade, El Bueno. Tradicionalmente, y con más imaginación que certeza, a este poderoso caballero se le ha atribuido la construcción de siete puentes, siete iglesias y siete hospitales a lo largo de sus tierras.
Aunque lo más probable es que esta obsesión por el número siete no llegara tan lejos, lo cierto es que a lo largo del Camino el peregrino se encontrará con toda una serie de puentes medievales como los del Lambre y el Baxoi, así como otros con un pasado vinculado a este ilustre caballero, como es el caso de Ponte do Porco o el antiguo puente de Pontedeume.
La existencia de un puente o pasarela en época romana es más que probable, pero es en el siglo XI, cuando encontramos la primera evidencia de un puente en la ría de Pontedeume-Ares. No obstante, este primer puente, construido en un material tan endeble como la madera, será sustituido a mediados del siglo XIV por un majestuoso puente de piedra de más de setenta arcos, probablemente uno de los más largos de la Europa Medieval. El puente contaba con dos torres defensivas y un hospital de peregrinos con capilla situado en medio de la construcción. La presencia de un jabalí y un oso de piedra en dos pedestales informaban al caminante del responsable del su erección y señor de esas tierras: Fernán Pérez.
El paso del tiempo y su continuado uso a lo largo de los siglos condenará al puente medieval a un lento e inclemente deterioro que, a mediados del XIX, hará necesario erigir un sustituto más moderno, que desde 1869 es el encargado de conectar Pontedeume con el resto de la comarca.
Fotografía por Marta González Felgueiras